Durante la Cuaresma, año tras año asistimos a un aluvión de actos organizados unas veces por la Junta de Cofradías y Hermandades de Salamanca y otras por cada una de las diferentes Hermandades, Asociaciones o Agrupaciones Musicales de la ciudad. Pues bien, año tras año se dan dos circunstancias comunes. Voy con ellas por orden de importancia:
1º) A los actos practicamente acuden unicamente personas relacionadas con la hermandad o asocíación organizadora y con una asistencia no muy numerosa. Salvo escasas excepciones la representación de otras hermandades es mínima.
Muchas veces hablamos de que nuestra Semana Santa está en decandencia o estancada, que le cuesta mucho avanzar tras unos años anteriores de esplendor. Pero ¿no tendremos la culpa de ello amén de otros problemas, los propios cofrades?. Creo que nos cuesta muchísimo implicarnos, comprometernos. Siempre encontramos a alguien con el que no estamos de acuerdo.Nos cuesta menos encontrar diferencias que intentar buscar puntos de encuentro. ¿Tanto nos cuesta salir de nuestro propio círculo y entrar de vez en cuando en el del vecino?. Da la sensación de que cada uno vamos por nuestro lado.
O nos lo hacemos mirar pronto o esto va a ser dificil.
O nos lo hacemos mirar pronto o esto va a ser dificil.
2º) Todos los años se solapan unos actos con otros, de manera que si uno tiene intención de asistir a un concierto de una banda de música, lo más probable es que se pierda la conferencia, charla o presentación de cualquier hermandad o viceversa. Esta circunstancia aplicada a otra ciudad más grande no tendría sentido pero en Salamanca sí que cabría un poco más de coordinación entre hermandades y con la propia Junta de Cofradías. Este punto nos llevaría pronto al primero. Tenemos que trabajar todos juntos porque todos estamos en el mismo barco.
Las diferencias de opinión y los diferentes puntos de vista son buenos y además son necesarios. Lo que tenemos que aprender es a aceptarlos.
Las diferencias de opinión y los diferentes puntos de vista son buenos y además son necesarios. Lo que tenemos que aprender es a aceptarlos.
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