El último ensayo

Como viene siendo ya habitual en nuestra hermandad, el lunes previo al Domingo de Ramos, tuvo lugar el primer, último y unico ensayo que realizamos cada año. Aunque aún en Salamanca no estamos muy acostubrados a los ensayos (paciencia, que todo se andará), tengó que reconocer que a mi me gusta. Tras un año de espera vuelven los nervios al estómago al situarme debajo del paso, tambien tengo la oportunidad de encontrarme con hermanos a los que en la mayoría de los casos, no tengo la oportunidad de ver durante el año. Además en ensayo nos anuncia que nuestro desfile procesional está cerca, muy cerca.

El sonido del martillo avisando que comenzamos es especial, previene de lo que se nos viene encima, esos momentos que pese al posible dolor hay que sentir y disfrutar. Del mismo modo he de reconocer que al menos para mi, estar en la Catedral Nueva de Salamanca a las diez de la noche, en silencio, bajo la penumbra de las pocas luces que iluminan el templo y con el único ruido del paso uniforme de los que cargamos el paso, me produce una sensación indescriptible. La parada ante nuestra capilla con Nuestra Madre al fondo, observándonos, el paso ante la capilla del Santísimo Sacramento, los frio muros cargados de  historia.

Indescriptible.

Estamos en capilla

Como diria un castizo, estamos en capilla. Nos restan siete días para que comiencen los primeros desfiles procesionales del Viernes de Dolores o Último Viernes de Cuaresma. Cualquiera que se deje caer por la Catedral Nueva o por otras iglesias, observará que se habrán añadido nuevos elementos a su mobiliario. Serán algunos de los diferentes pasos  que veremos procesionar en la tan cercana Semana de Pasión. Si no recuerdo mal, mañana sábado se realizará el traslado del paso de Ntra. Sra. de la Soledad, de los de la Real Cofradía de Cristo Yacente, el de Ntra. Sra. de la Piedad, etc. Mañana comenzarán las prisas, patas que cojean, tuercas que se aflojan, sonidos extraños en la madera en los últimos ensayos, pero por encima de todo ello, la ilusión de la cercanía de nuestro desfile procesional, de la salida a la calle de la imagen a la que le tenemos devoción. Tambien comienza, si es que no ha comenzado ya, la cuentra atrás para los diferentes responsables de las cofradías y hermandades. Por suerte son varios los jefes de paso a los que conozco y para ser sinceros, no los envidio. Todo son quebraderos de cabeza, llamadas a la colaboración, ya sabemos que esto no es Sevilla, que aquí nos cuesta más, aunque al final estamos.

Cada desfile procesional es una incertidumbre, nunca se sabrá hasta minutos cuantos hermanos van a procesionar, si serán más o serán menos que el año anterior, si estarán reparados a tiempo aquellos elementos que se deterioraron el año anterior y lo peor, la previsión meteorologica. No hay mayor desconsuelo que quedarse con la procesión formada a las puertas del templo y no poder salir a causa de la lluvía. De este tema podrían impartir un master los hermanos del Cristo de la Vela. Casi todas las hermandades alguna vez no han podido procesionar pero ellos... Les deseo toda la suerte meteorologica del mundo.

Huele a incienso y cera

Hay un único olor que me transporta a la Cuaresma y a la Semana Santa. No es otro que el del incienso. Desde que comenzó mi vida cofrade, hace ya casi veintiocho años el olor del incienso y el de la cera quemándose han sido una constante para mi. En los primeros años, Jueves y Viernes Santo los pasaba junto a los lampararios de Nuestra Señora de la Soledad en la Catedral Nueva. Los momentos en que no estaba allí eran porque desarrollaba mi "carrera de monaguillo" ayudando a los oficios religiosos de la Catedral Vieja. Al terminar los oficios, vuelta a los lampararios. De esto modo no es de extrañar que llegadas estas fechas, todo me huela todo a incienso y cera.

Hace poco más de un mes he estado pasando un fin de semana en Sevilla. He de reconocer que es el templo del incienso. Uno encuentra incienso por todos los rincones y lo que es mejor, lo huele. Lo que yo no me podía imaginar, ignorante de mí, es que existe un abanico de aromas y mezclas enorme, incienso cofrade, de arabia, negro del Cristo de Burgos, romero, mirra, azahar, canela, virgen, etc. Muchas hermandades tienen su propio incienso, su propio aroma, no otro. Por casualidad, me encontré con un personaje dedicado al mundo del incienso y que según todas las reseñas que aparecen en internet, ha distribuido y mezclado incienso por toda España, es Adolfo Fiances, conocido como el druida de los inciensos. Muchos de los quemadores de barro que nos encontraremos por la capital sevillana y que se distribuyen tambien a toda España, son obra suya, ya que al mismo tiempo es artesano. Sus aromáticos inciensos han perfumado y perfumarán las calles de España en los próximos desfiles.

Actos de Hermandades

Durante la Cuaresma, año tras año asistimos a un aluvión de actos organizados unas veces por la Junta de Cofradías y Hermandades de Salamanca y otras por cada una de las diferentes Hermandades, Asociaciones o Agrupaciones Musicales de la ciudad. Pues bien, año tras año se dan dos circunstancias comunes. Voy con ellas por orden de importancia:

1º) A los actos practicamente acuden unicamente personas relacionadas con la hermandad o asocíación organizadora y con una asistencia no muy numerosa. Salvo escasas excepciones la representación de otras hermandades es mínima.

Muchas veces hablamos de que nuestra Semana Santa está en decandencia o estancada, que le cuesta mucho avanzar tras unos años anteriores de esplendor. Pero ¿no tendremos la culpa de ello amén de otros problemas, los propios cofrades?. Creo que nos cuesta muchísimo implicarnos, comprometernos. Siempre encontramos a alguien con el que no estamos de acuerdo.Nos cuesta menos encontrar diferencias que intentar buscar puntos de encuentro. ¿Tanto nos cuesta salir de nuestro propio círculo y entrar de vez en cuando en el del vecino?. Da la sensación de que cada uno vamos por nuestro lado.
O nos lo hacemos mirar pronto o esto va a ser dificil.

2º) Todos los años se solapan unos actos con otros, de manera que si uno tiene intención de asistir a un concierto de una banda de música, lo más probable es que se pierda la conferencia, charla o presentación de cualquier hermandad o viceversa. Esta circunstancia aplicada a otra ciudad más grande no tendría sentido pero en Salamanca sí que cabría un poco más de coordinación entre hermandades y con la propia Junta de Cofradías. Este punto nos llevaría pronto al primero. Tenemos que trabajar todos juntos porque todos estamos en el mismo barco.

Las diferencias de opinión y los diferentes puntos de vista son buenos y además son necesarios. Lo que tenemos que aprender es a aceptarlos.

Estreno del blog.

A partir de hoy y completando la información que se muestra en la web, he decidido abrir otro canal de comunicación en el que como su título indica apareceran imágenes y reflexiones de nuestra querida Semana Santa. Como el padre de esta criatura es aficionado a la fotografía por un lado y cofrade desde hace muchos años por otro, la intención difundir la Semana de Pasión de Salamanca desde una visión gráfica sin olvidarme de lo que es su esencia religiosa. Ya veremos como nos sale. Os espero.