El HAMBRE en el Mundo

Acaba de llegar a mis manos un texto que pienso nos debería hacer reflexionar un poco mas:

En una ocasión algunos tigres se habían dado un banquete. De pronto apareció mamá tigre con un nuevo postre, una enorme tarta. Un hijo tigre dijo:

- Ay mamá, no puedo más.

Y la tigre pequeña afirmó:

- Mamá, no podría comer ni un solo bocado.

Papá tigre no paraba de pedir bicarbonato para conseguir hacer la digestión y los demás no podían ni ver la  tarta sobre la mesa. Entonces dijo la abuela tigre:

- Y, ¿por qué no se la damos a los tigre pobres?. Dime - amigo Pelicano - ¿este es el amor del que hablan los sabios y los santos?.

- Oh, no, sabio leon -respondió el pelicano- de ninguna manera.

- Lo mismo pienso -añadió el león- porque el que trata así a los hambrientos no ven en ellos sino los cubos de basura donde tirar lo que les sobra, los lujos, lo superfluo y eso no es el amor. Desde luego no es el amor.

¿Se te ocurre dar lo que te sobra a tus mejores amigos? ¿Y a los pobres? ¿Es amor? Pidamos por la justicia y la misericordia en el mundo.

ORACIÓN
Señor, se nos cae la cara de vergüenza al dirigirnos a ti.
Nosotros no sabemos lo que es sentir hambre.
Nosotros nos permitimos el lujo de protestar, de estropear y tirar el pan, el pan nuestro, tambien de los hambrientos.
Y Tú, nos dices, dadles vosotros de comer.
Danos un corazón sensible a los gritos de los hambrientos de pan material.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy, el pan que cambie nuestro corazón, este corazón egoista y de piedra, por un corazón compasivo, generoso y arriesgado.

Ojalá, algún día no tengamos que escribir, leer, oir y rezar por este motivo.